No llaman a la rebeldía ni a la lucha social, lo único que quieren hacer es establecer un pulso al gobierno usando a los trabajadores como peones para sus propios fines. Mucho deben cambiar los argumentos para que sintonicen con el cabreo generalizado de aquellos que ven cada día mermar sus derechos. Posicionarse públicamente a favor de los movimientos ciudadanos, unirse a ellos, que las cúpulas dejen de serlo para pasar a formar parte del pueblo. O no se dan cuenta o no quieren entender el mensaje.
Los derechos no se negocian se defienden. Y ese debería ser el lema de aquellos que se llaman socialistas y de sindicatos como CCOO o UGT.
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