miércoles, 1 de mayo de 2013

Por un carnaval libre.

Este Carnaval chiquito ocurrió un lamentable suceso que acabo con varias personas multadas y denunciadas por desobediencia y atentado a la autoridad. Poniendo el punto final a un Carnaval que se ha destacado por hechos puntuales que demuestran un cierto desprecio por la libertad de expresión. El primer acto pasó cuando la chirigota de Kike Remolino recibió la visita de la policía municipal en el interior del Gran Teatro Falla con la intención de comprobar las pancartas que sacaría su agrupación al final del popurrit. ¿Que hubiera ocurrido si alguna no hubiera gustado? es un paso hacia la censura previa inadmisible.

El segundo acto tuvo que ver con un pasodoble cantado por Jesus Bienvenido hacia la alcaldesa y su supuesta implicación en la trama de los sobresueldos del partido popular. En dicho caso el jurado penalizo a la agrupación por pasarse en el tiempo de montaje. Mas tarde tuvo que retractarse, pero después de lo anteriormente expuesto, estaba claro que este año no iban a permitir criticas hirientes.

Y como cierre para el Carnaval de Cádiz, durante el Carnaval Chiquito varios agentes aparecieron porras en mano para disolver como fuera necesario a las pocas personas que aún quedaban celebrando el fin de los Carnavales. Dando como resultado imputaciones, juicios rápidos por lo penal, y multa para los pocos aficionados que allí quedaban reunidos.

Desde entonces se ha abierto un debate donde el consistorio y la prensa afin al mismo han dejado claro su argumentario "Esto no tiene que ver con la libertad de expresión, pueden cantar lo que quieran, nunca lo hemos censurado" "Fue un problema de horarios de la limpieza".

La plataforma Por un Carnaval Libre preparo un festival en el anfiteatro para reivindicar dicha falta de libertad, el éxito de la convocatoria y el lleno fue tal, que tanto el Diario de Cádiz y La Voz de Cádiz tuvieron que hacer mutis por el foro, y no decir nada, no vaya a ser que el consistorio se enfadara. Por otro lado mas de 160 artistas tan reconocidos como Caballero Bonald, Kiko Veneno o Javier Ruibal, mostraron su apoyo a la iniciativa y su repulsa a lo acontecido en el Carnaval chiquito. 

Primero dejar claro que la libertad de expresión no solo consiste en poder hablar, sino en que un pueblo pueda tener libertad para ejercer sus actividades culturales y artísticas sin las restricciones del consistorio. Cosa que no ha podido ser este año tanto en el COAC como en el Carnaval de la calle. En cuanto a que pueden cantar lo que quieran, pues solo faltaría, claro que pueden cantarlo, otra cosa es que en el oficial se le de puerta a quien critique y premio a quien no lo haga, una forma suave de censurar, pero censura al fin y al cabo.

No veo que hubiera ningún problema con la limpieza en todo este caso, puesto que la limpieza puede ejercer su trabajo con eficiencia y tranquilidad. Cosa diferente es que la Alcaldía lleve usando desde hace años a estos trabajadores para dar finalizada las noches de Carnaval, llegando a momentos de tensión donde se riega a las callejeras literalmente para que se marchen.

Y por ultimo, todo esto a ultima instancia es mas general que lo solo sucedido en el Carnaval Chiquito, la represión y criminalización de los movimientos reivindicativos y sociales se vive a diario, desde Astilleros a Funcionarios, pasando por el Carnaval ¿Quien se libra de ser etiquetado como violento, antisistema, vago o vividor? .

Conclusión, la libertad de expresión es reprimida a golpes o con argumentos criminalizadores que denigren la protesta. Por lo tanto queda en relieve, que si, que en esta ciudad hay una evidente falta de Libertad de Expresión.


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